Tegucigalpa, Honduras (25.05.2023).- El periodista, Eduardo Maldonado, quien fue galardonado este día con el Premio Nacional «Álvaro Contreras»; mencionó en su discurso que, la desinformación está destruyendo a la sociedad y en por ese motivo, hay división y odio en el país y en la familia hondureña.
«¡Seamos humildes!, ¡no seamos prepotentes!, ¡no olvidemos que hoy podemos tener vida y más tarde no!, ¡amemos a nuestra familia!, ¡abrace a su madre, a su padre, a sus hijos, a sus abuelos, ahora que puede porque los tiene con vida!, ¡amemos a nuestras esposas, a nuestros esposos y perdónense, apóyense, luchen juntos hasta el fin! y porque no decir amemos a nuestra querida Honduras», inició diciendo el periodista.
«Después de esta breve reflexión, quiero decir que este reconocimiento, el Premio Nacional de Periodismo Álvaro Contreras lo recibo con alegría porque llega en el tiempo de Dios y los tiempos de Dios, son perfectos», añadió.
«Álvaro Contreras Membreño murió cuando apenas tenía 43 años de edad, pero sus pocos años de vida fueron suficientes para dejarnos un legado de periodismo inclaudicable en toda la región centroamericana. Nacido en Cedros, Francisco Morazán, pero con ideales muy arraigados y posiciones férreas que lo obligaron a huir de varios países tras ser asediado por los gobiernos de la época. Pese a ello, nunca claudicó, nunca se dio por vencido, nunca desistió en la defensa de sus ideas», manifestó.
Ímpetu y determinación
«Recibir el premio que lleva el nombre de este honorable hondureño y periodista me compromete a seguir siendo, con más ímpetu y con más determinación, un defensor de la libertad de pensamiento, de la libertad para expresar las ideas», sostuvo.
«Le dedico este premio a la profesora María Aracelia Maldonado Macías ¡mi madre, mi viejita, aunque se enoje que le diga así, mi amor eterno aquí presente!, mami, quizás más tarde no lo recuerde, pero hoy que puedo le digo: Aquí está su hijo, aquí está el fruto de su dedicación, su entrega y su sacrificio», señaló.
«Sé que, desde el cielo, mi tía Minga Maldonado y mi padre, Eduardo Maldonado, también celebran conmigo este momento especial, este premio les pertenece. Se lo dedico a mi esposa Melissa Martínez Gallegos, porque no es fácil hacer un hogar con un periodista y todos ustedes lo saben. Se lo dedico a mis hijos Aracely, Ivania, Luis José, Stephany y a Eduardo José, porque han sido mi motor, mi fuente de inspiración, mi deseo de seguir adelante», indicó.
«Y no puedo dejar de mencionar a mis colegas que partieron a la presencia de Dios pero que marcaron mi vida, porque vieron en aquel inquieto, acucioso e irreverente Eduardo Maldonado, al periodista que hoy es; hasta el cielo, desde donde me ven, les digo gracias, Gustavo Rubí y gracias, Francisco Morales Cálix, por creer en mí y abrirme las puertas para hacer lo que
siempre me ha gustado hacer, periodismo», exclamó.
Periodismo de valor
«Pero no ese periodismo vacío, irresponsable o insulso, sino el periodismo de valor que cambia la vida de las personas, el periodismo humano que es sensible a las necesidades de los demás. El periodismo que investiga, denuncia, informa, educa y entretiene. Ese es el buen periodismo que debe prevalecer y que, lamentablemente, hoy está en peligro de extinción. ¡Hay que salvar el buen periodismo, porque sobre esa base se construye y consolida la democracia, la libertad y la justicia!», arguyó.
«Este es el periodismo al que le apostamos con mi colega y compañero David Romero Ellner desde Interpretando La Noticia y también con Pablo Gerardo Matamoros desde el canal del balance, donde su voz si se escucha, quiero agradecerle al honorable Colegio de Periodistas de Honduras, a su presidente Osmán Reyes Pavón y a su junta directiva, así como al Jurado Calificador que decidió, sin envidias y sin pleitesías, que este servidor podía ser merecedor de portar la máxima presea del periodismo nacional; el premio Álvaro Contreras», dijo.
Defensa de la libertad
«Gracias a todos ustedes por defender la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de prensa y el libre acceso a la información pública. Sin libertad de pensamiento no hay libertad de expresión, sin libertad de expresión, no hay democracia. Sin libertad de prensa, no hay paz social, sin acceso a la información, no hay transparencia», refirió.
«Los periodistas hemos sido siempre amenazados, calumniados, discriminados, agredidos y por eso a mis compañeros y colegas siempre les digo: Esta fue la profesión que escogimos, aquí nadie se rinde, aquí nadie agacha la cabeza, aquí nadie se hace para atrás, aquí nadie claudica», dijo.
«Hoy, quiero alertar sobre la masificación de las redes sociales, las páginas web falsas para mentir, difamar, calumniar, destruir honras y lo más preocupante para desinformar; la desinformación está destruyendo nuestra sociedad y por eso hay división y odio en nuestro país y en la familia hondureña. La desinformación nos está conduciendo a un abismo sin retorno en el que nos hundimos como país, hay que poner un alto, un basta ya a la desinformación», concluyó.
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