Tegucigalpa, Honduras (24.05.2024). – Un total de 60 objetos arqueológicos precolombinos pertenecientes a una importante colección privada suiza, fueron entregados a varios países latinoamericanos de los que procedían.
La colección fue trasladada el pasado mes de febrero por su propietario con la cooperación de la Oficina Federal de Cultura (FOC), a varios países de origen del centro y del sur de América.
La colección está compuesta por alrededor de 60 piezas procedentes de Honduras, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Colombia, México y Perú.
Las piezas han sido propiedad de una familia durante varias generaciones y se acumuló durante más de seis décadas.
Investigaciones
Su disolución se debe a la voluntad expresa del propietario de trasladar las distintas piezas a los países de origen donde fueron originalmente elaboradas.
El objetivo es que las piezas se expongan localmente y permitan realizar más investigaciones asociadas.
Digno de mención particular son los 13 llamados “tunjos” de Colombia, figuras antropomorfas o zoomorfas, que alguna vez se usaron como ofrendas de sacrificio ritual para marcar eventos especiales y solicitar la intervención divina.
Otra pieza destacada es una escultura de terracota de aproximadamente 1.500 años de antigüedad, de la tradición Tumbas de Tiro del México Antiguo, que destaca por su particularmente fina calidad artística.
Una pieza igualmente notable proviene de la cultura Huetar en Costa Rica: la figura de un sacerdote realizada en piedra volcánica, ofreciendo un sacrificio. El sacrificio humano aquí presentado fue un evento importante en el mundo precolombino, donde su propósito era mantener el equilibrio entre los reinos terrenal y celestial.
Una vasija de la cultura Nazca del Perú tiene más de 1.500 años y se distingue por su extraordinario refinamiento, colores y variedad de motivos naturalistas.
La BDC apoya a personas e instituciones privadas que buscan devolver voluntariamente bienes culturales a los países de origen interesados.
La BDC actúa en estos casos como intermediaria, establece contacto con representaciones extranjeras y coopera en el proceso hasta la transferencia de los bienes.
El compromiso subraya la contribución a la preservación del patrimonio cultural de la humanidad.