Recordemos al poeta Juan Ramón Molina

Tegucigalpa, Honduras (02.11.2022).- El poeta hondureño, Juan Ramón Molina, nació el 17 de abril de 1875, en la ciudad de Comayagüela, Municipio del Distrito central y falleció el 2 de noviembre de 1908 en El Salvador.

Molina fue el primer poeta de Honduras que salió de Centroamérica en las corrientes culturales y es uno de los grandes exponentes del modernismo en la zona del istmo.

En 1892, junto con el poeta Froylan Turcios y Fausto Dávila, en un viaje a Brasil, conoció al poeta nicaragüense, Rubén Darío, quien tuvo una gran incidencia en su estilo de escribir.

Asimismo, visitó España, donde colaboró en el recién fundado «ABC» de Madrid, y con varios países de Sudamérica, dejó huellas permanentes en su obra. De la misma forma, el poeta hondureño cultivó la prosa en la que logró bellas y armoniosas realizaciones, como su cuento El Chele, esta no pudo darse un puesto en la literatura universal como se otorgó a su obra poética que está dentro del modernismo.

En cuanto a su personalidad, fue un hombre activo, personal y políticamente, quemó su vida en el afán de vivirla intensamente. Fue colaborador de la candidatura del General Terencio Sierra, de quien se consideraba amigo.

Sierra, fue Presidente de Honduras durante el período 1899-1903, quien se molestó por una publicación que hizo Molina, en el Diario de Honduras que estaba bajo su dirección, por lo que lo mandó a picar piedra, encadenado a la carretera que se construía al sur del país.

El artículo que tanto lo molestó se titulaba, «Un hacha que afilar«, era un conocido apólogo de Benjamín Franklin, que los seguidores de Sierra consideraron alusivo, hostil y digno de ser castigado con la prisión al poeta.

Influencias de Molina

Por otra parte, el destacado hondureño admiró a William Shakespeare y dedicó varios sonetos como ser: El rey Lear, Ofelia, Yago, a la obra en inglés.

Finalmente, la influencia del nicaragüense Rubén Darío, se dejó sentir en sus trabajos, por ejemplo en “Tréboles de Navidad”, similar a la «Rosa Niña» de Darío, o en «El Poema del Optimista«, posiblemente el poema que, aisladamente, más haya influido en toda la literatura contemporánea en habla castellana.