Tegucigalpa, Honduras (10.09.2024). – En la década de los años 70, nosotros nos planteábamos que los tratados de extradición entre Honduras y Estados Unidos de América serían siempre desiguales, porque nunca sería posible una extradición de un estadounidense narcotraficante porque se consideraban que no existían, a pesar de haber casos históricos de tal problema. Acontece que no era justo firmar estos tratados. La desigualdad se manifiesta a causa de los golpes militares y el poder colonial.
Por eso comenzamos a entender el significado de la expresión de José Martí que decía: “que había que luchar por defender nuestra América para diferenciarla de la América del Tío Sam”, y Francisco Morazán expresaba: “la educación es el alma libre de los pueblos” siendo antiimperialista del poder inglés como Simón Bolívar que en forma sabia manifestaba: “no es por la fuerza que nos dominan, sino por engaño”.
El 29 de agosto la presidenta de la República de Honduras Xiomara Castro manifestó alnpueblo hondureño y al mundo, la amenaza de un golpe de estado por las declaraciones de la embajadora Laura Dogu (28 de agosto 2024) al expresar que la presencia de una delegación militar de Honduras coordinada por el Gral. Roosevelt Alexander Hernández jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerzas Armadas de Honduras en Venezuela, era una reunión con narcotraficantes, lo cual es improcedente ya que son funcionarios del hermano
país.
En consecuencia, con lo anterior, la presidenta Xiomara Castro demostró como pocos gobernantes no bajar la cabeza, ni doblar el espinazo ante los patriarcas imperiales, y se ha ganado el respeto de todos los pueblos de nuestra América y de aquellos de la comunidad mundial que no son vasallos de Estados Unidos de América.
Inmediatamente después de esta declaración los “catrachos gringos” que padecen gringofilia, levantaron una campaña defendiendo la desigual extradición, manifestando lo siguiente: militares golpistas clamaban por un nuevo Golpe, algunos sociólogos estiman que todos los políticos hondureños son narcotraficantes, excluyendo a los políticos gringos, juristas sin principios éticos respetan los tratados desiguales , las cadenas mediáticas y las redes están controladas por las empresas transnacionales y algunas locales forman parte abiertamente de esta campaña golpista.
Desde el inicio el Gobierno de Xiomara Castro ha enfrentado una descarnada guerra mediática nacional e internacional. Por ejemplo, las entrevistas dirigidas contra el gobierno se manejan así: un director que es un tanquecito inflado de pensamiento que se maneja con alta tecnología de teleprónter, celular de alta gama que se comunica directamente a Washington, Europa, países de América Latina, y maneja redes mediáticas ad hoc que le hace ganar cualquier debate. En base a lo anterior, cualquier entrevistado está en franca desventaja, sobre todo los afines a posiciones del gobierno. Existen cuatro blancos de ataque: Xiomara Castro, el expresidente Zelaya, el General Alexander Hernández y Rixi Moncada.
El Gral. Roosevelt es respetuoso de los Derechos humanos y no partidario de uso de bombas lacrimógenas y no es narcotraficante. El expresidente Zelaya es dirigente nacional e internacional antiimperialista y solidario con el pueblo hondureño. Rixi Moncada abogada de alta trayectoria profesional, ética, y compromiso inclaudicable en defensa de la constitución y soberanía nacional.
Como ya hemos establecido antes, se considera que Estados Unidos no es un país narcotraficante y que Honduras si lo es, pero a través de la historia se corrobora la actuación que tiene Estados Unidos como una potencia narcotraficante: caso Irán-Contra-Irangates, empresas norteamericanas como las bananeras, y alto consumo de droga en Estados Unidos como la cocaína, fentanilo, marihuana, heroína, alucinógenos, los inhalantes, metanfetamina, medicamentos psicotrópicos recetados. Durante el año 2023 se registraron 107,500 muertes por sobredosis de drogas según datos del Centro Nacional de Estadísticas
Sanitarias de los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Si asumimos idealmente que en esta lucha conjunta contra el narcotráfico es productivo puesto que ambos países se consideran son narcotraficantes (multiplicativo) contribuyen un 10 Estados Unidos y un 10 Honduras y América latina y al ser multiplicativo es igual a 100, pero como Estados Unidos, según ellos, no son narcotraficantes su contribución es cero, por lo tanto 10 x 0 es igual a cero.
En cuanto a la desigualdad del tratado de extradición señalamos lo siguiente: Primero, Estados Unidos no se considera país de narcotraficantes, por el contrario afirma que Honduras si lo es, segundo, que el juicio se basa en leyes especiales elaboradas en forma impositiva por Estados Unidos violentando el derecho internacional y los derechos humanos; tercero, que el proceso judicial se acomoda políticamente al proceso electoral en Honduras según la manipulación y la injerencia política del tío Sam; cuarto, estos juicios están acompañados de una guerra mediática internacional y local en Honduras, que afecta la vida económica y la tranquilidad social.
Es importante mencionar que estamos en contra del narcotráfico en todas partes del mundo, lo que nos anima es resolver este problema humano que afecta a todos los pueblos incluyendo al de Estados Unidos de América, ya que en esta nación del norte hay una juventud y pueblo generoso que quiere cambiar esta situación. Nunca olvidar que un pueblo que oprime a otro pueblo termina vulnerando los derechos de su propio pueblo.
¡Viva la Unidad del Pueblo Hondureño ¡ ¡Viva la Unidad de la Corte suprema de Justicia ¡
Alta es la noche y Morazán vigila a los traidores y protege la vida de Xiomara Castro, del expresiente Manuel Zelaya, a la abogada Rixi Moncada y General Roosvelt Alexander Hernández.
Por: Juan Almendares Bonilla, exrector de la UNAH, defensor de derechos humanos.
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