Tegucigalpa, Honduras (10.09.2023). – El 10 de septiembre de cada año en Honduras se escucha en barrios, colonias y en cada lugar en donde haya un pequeño las risas y alegría por la celebración del Día del Niño.
Las tradiciones más comunes en estas fechas son reventar piñata, comer pastel y confites, además se hace una gran variedad de juegos desde los más tradicionales hasta los más innovadores, para festejar y dar alegría a los pequeños.
Sin embargo, la fecha también es para reconocer los derechos que deben de gozar lo menores como ser: educación, salud, alimentación, seguridad entre otros, con el fin de garantizar una vida de bienestar para los niños del país.
La celebración del día del niño tiene su origen de la declaración de Ginebra, la cual fue aprobada en 1924 por la sociedad de naciones con el fin de reconocer los derechos de todos los menores a nivel mundial y por lo que se decretó el 20 de noviembre el Día Internacional del Niño.
Sin embargo, en el año de 1954 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), mediante resolución 836, recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, pero sugirió que cada gobierno escogiera la fecha en que lo celebraría.
Honduras el 3 de mayo de 1990 ratificó la convención sobre los derechos del niño mediante el Decreto número 75-90 como instrumento que reúne los principios esenciales para garantizar a la niñez el acceso a su bienestar general y estableció que el 10 de septiembre como el Día del Niño.
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