Tegucigalpa, Honduras (03.03.2025).- Honduras se coloca en la vanguardia de la lucha contra el gusano barrenador, una plaga parasitaria que ha afectado a más de 700 casos en el país, ocasionando un riesgo a la salud del ganado y la estabilidad económica de ese sector.
A través de una serie de medidas implementadas y una fuerte colaboración entre el Gobierno, las autoridades sanitarias y el sector ganadero, organismos internacionales, el país está tomando pasos firmes para erradicar esta enfermedad y evitar su propagación.
Desde la declaración de la alerta sanitaria en septiembre de 2024, el gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), mediante el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), implementa un conjunto de estrategias sanitarias que no solo buscan controlar la propagación del gusano barrenador a nivel nacional, sino también en colaboración con los países vecinos de Centroamérica.
Con el apoyo del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agroalimentaria (OIRSA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Honduras ha adoptado enfoques regionales para el control de la plaga..
Estas acciones incluyen la construcción de la planta de eclosión y dispersión de la mosca estéril, ubicada en Comayagua, zona central del país, como una estrategia que ha mostrado resultados prometedores en otros países afectados, como Nicaragua, Costa Rica, Panamá, donde se ha reducido significativamente la incidencia de la enfermedad.
Dispersión
La dispersión de la mosca estéril se realiza de manera semanal, liberando entre 48 a 52 millones de ejemplares en las áreas críticas para reducir la población del gusano que ya deja 706 casos positivos en 16 de los 18 departamentos del país, excluyendo Islas de la Bahía y Ocotepeque.
Las autoridades nacionales están aplicando nuevas metodologías de diagnóstico rápido, permitiendo una detección temprana de la plaga y una intervención más efectiva. Además, se está promoviendo la capacitación constante de los ganaderos en técnicas de manejo preventivo, como el tratamiento adecuado de las heridas y el fortalecimiento de las prácticas de bioseguridad en las unidades de producción.
Medidas a adoptar
Con la gestión de estas medidas adoptadas por las autoridades y el sector ganadero, el éxito de estas estrategias depende de la participación de la población. Las autoridades instan a los ciudadanos a ser parte de la solución reportando casos sospechosos y colaborando en las actividades preventivas.
El director general de SAG-SENASA, Emilio Aguilar, destacó la importancia de una respuesta nacional coordinada, «hacemos el llamado a los ganaderos en mantener las heridas de los animales limpias y desinfectadas, evitar la movilización de animales infectados y fortalecer las prácticas de higiene en las granjas son medidas fundamentales que todos pueden adoptar”
La cooperación entre los países de Centroamérica, respaldada por organismos internacionales, ha sido clave para avanzar en la erradicación del gusano barrenador y proteger la seguridad alimentaria en la región.
El director ejecutivo del OIRSA, Raúl Antonio Rodas, manifestó que “el OIRSA está de la mano en la vigilancia activa y pasiva, buenas prácticas ganaderas, para erradicar la enfermedad que resurgió por muchas razones entre la variabilidad climática, el intercambio comercial, desde el sur de Centroamérica y se ha dispersado por toda la región hasta llegar a la zona norte como el sur de México”.
La enfermedad parasitaria representa una grave amenaza para la salud animal y humana. En 1996, Honduras logró erradicar esta plaga con una inversión de 60 millones de dólares ($), un total de 280 millones de dólares en Centro América y $760 millones en Estados Unidos de América (EE. UU.) y México.
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