Tegucigalpa, Honduras (08.03.2023).- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la designada presidencial, Doris Gutiérrez, se refirió a los femicidios en el país, de igual forma, a los últimos lamentables hechos violentos que la población está viviendo.
«Creo que este es un fenómeno generalizado muy preocupante, realmente las mujeres estamos siendo víctimas de demasiada violencia en los diferentes ámbitos, creo que no sólo la Policía tiene responsabilidad en esto, creo que todos los sectores tenemos que unirnos alrededor de este tema», manifestó.
Asimismo, priorizó el Código Penal debe sufrir reformas concretas; «Es el Congreso Nacional que debe reformarlo, porque resulta que los violadores, los femicidas, los parricidas ahora tienen penas menores y se pueden defender en libertad, ellos ya saben que pueden malmatar a una mujer y que se van a defender en libertad», agregó.
«El otro tema es que tienen que aprobar la Ley Integral Contra La Violencia Doméstica y la Ley de Casa Refugio, porque muchas de nuestras compatriotas, me encontré con algunas compañeras que andaban con sus niños y todo eso, y ¿qué pasó? Esas mujeres andaban buscan donde quedarse porque el esposo la andaba buscando con machete en mano», dijo.
78 muertes de mujeres en lo que va del año
Según la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas, las muertes violentas de mujeres son un problema; «A cada 20 horas está perdiendo la vida una mujer, hasta el 6 de marzo son 78 las muertes violentas de mujeres y femicidios que han ocurrido y hay municipios que son especialmente y le afectan a las mujeres como, por ejemplo, el Distrito Central, Puerto Cortés, Nueva Arcadía, y Danlí, que son donde hay más de tres víctimas, pero son 15 los departamentos donde han sido afectadas y han perdido la vida esas 78 mujeres».
«Sin duda, lo que nos demuestra es que el país es un país violento y que sin estar en guerra produce tantas muertes violentas que nos hace parecer un Estado de barbarie. Y en segundo lugar es que hemos naturalizado e insensibilizado el fenómeno que ya ni nos inmuta ser el segundo país en Latinoamérica y el primero en Centroamérica, tenemos que trabajar estrategias de prevención de la violencia, de control y disuasión del delito, pero también la rehabilitación y la reinversión», concluyó.
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