Tegucigalpa, Honduras (31.05.2024). – En el “pueblito agrícola” de San Luis, en el departamento de Comayagua, la luz del conocimiento cambia la vida de los pobladores, hecho que lo evidencia la historia de doña Medarda Cálix, quien a sus 65 años con perseverancia y dedicación aprendió a leer y a escribir.
En una familia humilde; la señora Cálix, enfrentó la dura realidad de crecer sin acceso a la educación formal.
“Cuando la primera vez que mi papá me puso a la escuela, yo no aprendí nada porque me tocaba hacer todo en la casa, iba de la escuela y me tocaba jalar leña; traer agua y moler”, recordó con un poco de nostalgia.
Y así transcurrió su vida dedicada al cuidado del hogar, dejando de lado el sueño de ingresar a la escuela y aprender a leer y a escribir.
Pero como reza un dicho popular que nada es para siempre, hace más de dos meses la realidad de la señora Medarda Cálix, tomó un nuevo rumbo gracias a que se inscribió al Programa Nacional de Alfabetización José Manuel Flores Arguijo y junto a 758 ciudadanos mayores de 15 años, recibió el certificado que acredita al municipio de San Luis, en el departamento de Comayagua como territorio libre de analfabetismo.
El programa Nacional de Alfabetización José Manuel Flores Arguijo, fue lanzado por el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro Sarmiento a través de la Secretaría de Educación en el año 2023 y ha logrado declarar a 102 municipios libres de analfabetismo; convirtiéndose en una luz de esperanza para miles de adultos mayores de 15 años que como doña Medarda se les negó la oportunidad de asistir a los centros educativos.
A sus 65 años esta dama oriunda de Comayagua, confesó que quiere seguir ampliando sus conocimientos y que no dejará el programa de alfabetización porque su deseo es aprender más.
Con el apoyo constante de los facilitadores, asesores especialistas de la República de Cuba, docentes, estudiantes de último año y las cartillas didácticas adaptadas, doña Medarda sabe leer y escribir.
“Yo no he llevado la cuenta de cuánto tiempo he estado en la escuela, pero ha sido una experiencia muy bonita que me gustó, ya que con ello aprendí a escribir”, acotó.
El impacto de esta iniciativa del Gobierno de la Justicia Social va más allá de leer y escribir, ya que para doña Medarda y los más de 139,000 hondureños alfabetizados ha representado una oportunidad de superación, que impacta de manera directa en el núcleo familiar y en las comunidades.
La mirada esperanzadora, el ímpetu, la energía y la determinación de doña Medarda Cálix, demuestra que nunca es tarde para aprender y que el Programa Nacional de Alfabetización José Manuel Flores Arguijo está transformando vidas devolviéndole la dignidad y la esperanza a miles de hondureños.
Esta ciudadana es un ejemplo inspirador para miles de educandos porque la educación es el camino a la superación.
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