Tegucigalpa, Honduras (14.02.2024).– El juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Kevin Castel, quien conoce el caso del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, alias «JOH», informó este miércoles que se cambia la conferencia de estado agendada para mañana jueves, por una audiencia clasificada a realizarse el próximo viernes 16 de febrero del año en curso.
Mediante una misiva, el togado informó a las partes sobre la determinación.
Cabe mencionar que, la conferencia de estado se realizaría de forma pública mañana a las 10:00 de la mañana.
En cambio con la nueva determinación, la audiencia clasificada CIPA 6 (c), se realizará de forma privada el viernes a las 3:00 de la tarde.
Acusación por narcotráfico y armas
La acusación formal alega que desde al menos alrededor de 2004, hasta alrededor de 2022, inclusive, Hernández, que fue presidente de Honduras durante dos mandatos, participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de millas de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos.
Hernández supuestamente recibió millones de dólares para usar su cargo público, las fuerzas del orden público y el ejército para apoyar a las organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares.
“El Departamento de Justicia está adoptando un enfoque integral para proteger a nuestras comunidades y nuestro país de los delitos violentos”, señaló el fiscal general Merrick B. Garland. “El Departamento está comprometido a desarticular todo el ecosistema de las redes de tráfico de drogas que dañan al pueblo estadounidense, sin importar cuán lejos o cuán alto debamos llegar”, añadió.
Desde por lo menos 2004, las organizaciones de tráfico de drogas en Honduras han trabajado para recibir toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde, entre otros lugares, Colombia y Venezuela, a través de rutas marítimas y aéreas.
Estas organizaciones luego transportaron la cocaína hacia el oeste en Honduras hacia su frontera con Guatemala y, finalmente, al norte hacia los Estados Unidos.
Durante este tiempo, los miembros de esta conspiración transportaron más de 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras y hacia los Estados Unidos.
Para garantizar que estos envíos masivos de cocaína pasen con seguridad por Honduras, las mayores organizaciones de tráfico de drogas de la región obtuvieron el apoyo y la protección directa de ciertos funcionarios públicos hondureños prominentes, incluido Hernández.
A cambio, estos traficantes pagaron millones de dólares en sobornos a Hernández y otros funcionarios públicos.
Según se alega, como congresista y luego presidente de Honduras, Hernández se comprometió con el exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera (Guzmán Loera), alias El Chapo, entre otros individuos.
Aproximadamente en 2013, mientras Hernández estaba haciendo campaña para convertirse en Presidente, ganó aproximadamente 1 millón de dólares en ganancias del narcotráfico de Guzmán Loera. Hernández envió a Hernández Alvarado y un asociado, armados con ametralladoras, a cobrar el soborno de 1 millón de dólares de Guzmán Loera.
A cambio, Hernández prometió seguir protegiendo las actividades de narcotráfico del Cártel de Sinaloa en Honduras.
Como se alega, aproximadamente en 2013 y 2014, Hernández se comprometió con el traficante hondureño de cocaína a gran escala y violento, Geovanny Fuentes Ramírez.
Durante múltiples reuniones entre Hernández y Fuentes Ramírez, Fuentes Ramírez sobornó a Hernández para obtener protección y seguridad para sus actividades de narcotráfico.
Hernández informó a Fuentes Ramírez, en parte, que Hernández quería que Fuentes Ramírez se asociara con Hernández Alvarado, quien estaba manejando actividades de narcotráfico en Honduras, y que Hernández iba a “meter la droga en las narices de los gringos”.
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