Tegucigalpa, Honduras (01.08.2022).- Un día como hoy, hace 40 años fue detenido, torturado y desaparecido por entes represores estatales el dirigente estudiantil, Eduardo Becerra Lanza, quien fuera presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH).
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señala «la existencia en Honduras, durante los años 1981 a 1984 de una práctica sistemática y selectiva de desapariciones, al amparo o con la tolerancia del poder público”, esta misma sentencia establece que las víctimas de estas desapariciones “eran generalmente personas consideradas por las autoridades hondureñas como peligrosas para la seguridad del Estado”.
En tal sentido, el Estado de Honduras sufre la vergüenza pública de haber tenido la primera condena Internacional de un crimen de este tipo, ya que el 29 de julio de 1988, el primer caso resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en ejercicio de su competencia contenciosa, fue el emblemático Velásquez Rodríguez vs. Honduras.
La desaparición forzada de personas, es una grave violación de derechos humanos, caracterizada por su naturaleza pluriofensiva y continuada y que ha marcado la historia de gran parte de los países de América Latina, sobre todo de aquellos que han atravesado contextos de dictadura o de conflicto armado.
Cabe mencionar que hoy en día desde la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), se trabaja de forma comprometida para que los hechos no se repitan, promoviendo el desmontaje de las prácticas represivas arraigadas para que nunca más el Estado de Honduras sea autor de desapariciones forzadas.
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