Tegucigalpa, Honduras (14.11.2024).- Honduras y Nicaragua se encuentran en alerta ante la probable formación de la tormenta tropical Sara, que podría convertirse en el décimo noveno fenómeno ciclónico de la temporada en el Atlántico.
Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. (NHC), con sede en Miami, siguen de cerca el desarrollo de este sistema, que se desplaza hacia el oeste y se espera que gane fuerza en las próximas horas.
El potencial ciclón tropical 19 se encuentra actualmente a unos 735 kilómetros al este de Isla Guanaja (Honduras) y a 470 kilómetros de Cabo Gracias a Dios, en la frontera entre Honduras y Nicaragua.
El sistema presenta vientos máximos sostenidos de 45 km/h y se desplaza hacia el oeste a una velocidad de 9 km/h.
Según el pronóstico del NHC, el sistema podría convertirse en la tormenta tropical Sara este jueves, y se espera que se fortalezca mientras se acerca a la costa de Centroamérica.
Alertas en Honduras y Nicaragua
Debido al potencial de desarrollo ciclónico, Honduras ha emitido una alerta de huracán que abarca desde Punta Castilla hacia el este hasta la frontera con Nicaragua.
Por su parte, Nicaragua ha puesto bajo vigilancia una franja de territorio que va desde la frontera con Honduras hacia el sur hasta Puerto Cabezas.
Se anticipa que, a medida que el sistema se mueva hacia el Mar Caribe, su velocidad de traslación disminuirá, lo que podría generar lluvias intensas y posibles inundaciones repentinas en varias zonas.
Especialmente afectadas serán las áreas cercanas a la Sierra La Esperanza, que podrían enfrentar deslizamientos de tierra y otros fenómenos de impacto catastrófico.
Las autoridades meteorológicas de ambos países han alertado sobre la posibilidad de fuertes lluvias durante los próximos días, que podrían provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, especialmente en el norte de Honduras.
Este fenómeno podría generar impactos negativos en la infraestructura y en las comunidades más vulnerables.
El NHC ha señalado que, si bien el sistema se mueve hacia el oeste, el debilitamiento de su velocidad podría intensificar las precipitaciones y los efectos del viento en áreas específicas de ambos países, lo que genera preocupación ante la proximidad de la tormenta.
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