Tegucigalpa, Honduras (01.03.2024).- El presidente colombiano, Gustavo Petro, durante su primera intervención en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuestionó el aumento de la violencia y la guerra en el mundo, así como sus posibles causas.
Para Petro el aumento de la violencia y la guerra en el mundo tiene que ver con el principal problema de la humanidad, la crisis climática, la cual que es producida por el capitalismo y que para ser superada necesita de una nueva «economía descarbonizada».
«Separarnos del mundo del petróleo y del carbón y pasar a economías, producción y relaciones sociales descarbonizadas implica un cambio de las relaciones mundiales del poder y de las relaciones sociales de producción en todo el planeta tierra», detalló.
Mencionó que, lo anterior tensiona completamente la política y el poder mismo del mundo. Allí surgen dos grandes tendencias, una buscando la descarbonización rápida para poder sobrevivir y otra que quiere mantener la explotación aguda de la naturaleza, del planeta y de los seres humanos.
«Nosotros hemos vivido un genocidio de un millón de latinoamericanos en el último medio siglo»
El colombiano añadió que, no solamente es la vieja dinámica del conflicto palestino-israelí lo que hoy se muestra, sino además que América Latina es la región más violenta del mundo, más aún que las regiones donde se desarrolla la guerra directa, incluso el genocidio.
«Nosotros hemos vivido un genocidio de un millón de latinoamericanos en el último medio siglo. La mayoría de esos muertos aún son colombianos, pero cada vez más son mexicanos, brasileños, venezolanos, centroamericanos, suramericanos. Esa violencia ha producido incluso un éxodo que se cuenta ya por millones de los pueblos del sur hacia el norte en nuestro continente americano. Van hacia la frontera con los Estados Unidos, allá los esperan las rejas, las cárceles y las ametralladoras, y muchos mueren en el camino» expresó Petro.
Guerra contra las drogas
El mandatario cuestionó la decisión de Estados Unidos de creer que la lucha contra las drogas se basa en la represión, la cárcel, la policía y el asesinato, y no sobre la prevención y la salud pública para evitar que los pueblos caigan en el consumo de sustancias peligrosas.
«Por un lado, los Estados Unidos cambian su consumo de la cocaína, de la marihuana, que poco les mataban, hacia el fentanilo que les está matando más de 100.000 personas por año. La catástrofe humanitaria por no prevenir, por creer que la cárcel es el remedio. Y en nuestros países, un millón de muertos, un millón. Luego, discutir con autonomía estos temas en América Latina y el Caribe nos obliga a pensar y a cambiar las políticas», afirmó.
Cuestionó la autonomía de los estados y el respeto a las decisiones internas de un país. manifestó que hoy en día se esta ante una lucha de poderes económicos enfrentados, tensionados por la crisis climática que ellos mismos producen.
«¿No es hora de una autonomía? ¿La paz, el deseo de no intervenir violentamente en los asuntos del otro? ¿No nos obliga a pensar en una autonomía militar de seguridad, de defensa de América Latina y del Caribe? ¿No es hora de profundizar los mecanismos en donde nuestros ejércitos, nuestras policías, nuestra fuerza pública y, sobre todo, las armas que hay en Latinoamérica se pongan en función de objetivos políticos comunes de la América Latina y del Caribe con una política autónoma dentro del mundo?», preguntó.
Finalmente, se refirió a los grandes focos de las posibles energías limpias que pueden descarbonizar el mundo, lo que implicaría tener autonomía militar y fortaleza militar propia a cada país.
PUEDES LEER: Presidentes de Cuba, Honduras y Colombia llaman a la paz sin injerencias externas