Redacción telesur (15.08.2024). – Las negociaciones sobre un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes, presentadas por funcionarios estadounidenses como una «fase final» para poner fin a la escalada sionista, se reanudaron el jueves, mientras las autoridades sanitarias locales informaban de que el número de palestinos asesinados por los ocupantes israelíes en Gaza ha superado los 40.000.
El director de la CIA, William J. Burns, y el coordinador de la Casa Blanca para Oriente Próximo, Brett McGurk, se unieron a funcionarios israelíes, así como a mediadores de Egipto y Qatar, para mantener nuevas conversaciones en Doha encaminadas a poner fin a la escalada desatada por el sionismo en Gaza.
Sin embargo, no asistieron representantes de Hamás, según confirmó Ghazi Hamad, miembro del equipo diplomático del grupo, después de que su principal negociador, Ismail Haniyeh, fuera asesinado durante un viaje a Teherán el mes pasado.
Aunque en público Israel no ha confirmado ni negado su papel en el asesinato del líder de Hamás, en privado trasmitió a funcionarios estadounidenses que era responsable.
Las conversaciones se reanudan en medio de la tensión en la frontera sur de Líbano, donde Israel ha bombardeado varias regiones, en presunta represalia por disparos de la resistencia libanesa, y amenaza con extender el conflicto.
Por su parte, Hamás afirma que retomará las conversaciones si recibe lo que llamó un «compromiso claro» de Israel sobre su última propuesta. El grupo ha informado a los mediadores de que está dispuesto a reunirse con ellos después de la sesión del jueves si hay novedades o una respuesta seria de Israel.
La reanudación del diálogo se produce justo cuando el Ministerio de Sanidad de Gaza declaró el jueves que el número de muertos entre los palestinos había superado ya las 40.000 personas, lo cual subraya la magnitud de los estragos de los crímenes israelíes en el territorio palestino bajo asedio.
La semana pasada, los líderes de Estados Unidos, Egipto y Qatar emitieron una declaración conjunta en la que instaban a Israel y al movimiento Hamás a reanudar urgentemente las conversaciones sobre un acuerdo que aliviara a la población de Gaza.
Un acuerdo marco estaba «ahora sobre la mesa y solo quedaban por concluir los detalles de su aplicación», afirmaron, añadiendo que estaban preparados para presentar una propuesta puente que superara sus diferencias en caso necesario.
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