Tegucigalpa, Honduras (31.03.2025).- Treinta años han pasado desde la trágica muerte de Selena Quintanilla, la inolvidable «Reina del Tex-Mex», quien dejó un legado imborrable en la música latina.
A pesar del tiempo, sus canciones siguen sonando, su historia sigue inspirando y su estrella nunca se ha apagado.
El 31 de marzo de 1995, en Corpus Christi, Texas, Selena llegó al Days Inn Motel para encontrarse con Yolanda Saldívar, presidenta de su club de fans y administradora de sus boutiques.
La cantante había descubierto irregularidades financieras y quería recuperar documentos importantes. La reunión terminó en tragedia: Saldívar sacó un revólver y le disparó en la espalda.
Malherida, Selena logró salir de la habitación y correr hasta la recepción del hotel, donde, con sus últimas fuerzas, dijo el nombre de su agresora antes de desvanecerse.
Fue trasladada al hospital, pero los médicos no pudieron salvarla. Su muerte, a los 23 años, conmocionó al mundo.
A pesar de su partida, su legado sigue intacto. Con éxitos como Como la Flor, Amor Prohibido y Bidi Bidi Bom Bom, su música sigue conquistando generaciones. Su historia ha sido llevada al cine y la televisión, y su imagen es símbolo de inspiración y perseverancia.
Treinta años después, Selena sigue presente. Su voz, su talento y su impacto en la música latina la han convertido en una leyenda inmortal.
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