Tegucigalpa, Honduras (07.05.2025).- En un momento cargado de expectación y tradición, la primera fumata del cónclave arrojó humo negro, confirmando que aún no se alcanzó la mayoría de dos tercios entre los 133 cardenales electores para elegir al sucesor del Papa Francisco.
Tras varias rondas de votaciones, el resultado –tradicionalmente comunicado mediante el color del humo– nos indica que los cardenales deberán continuar deliberando y emitiendo nuevos votos.
El humo negro, como ha sido costumbre en los cónclaves, simboliza la falta de consenso y marca el inicio de una fase de intensas reuniones y oraciones por la guía divina en esta trascendental elección.
El proceso, que se desarrolla bajo estrictas normas de confidencialidad en la Capilla Sixtina, es conocido por su ritualidad: después de cada ronda de votaciones, las papeletas se recogen y se queman en una estufa especial.
La emisión de humo negro o blanco es el método utilizado para comunicar al mundo el estado de la elección. En esta ocasión, el humo negro declara que ningún cardenal ha logrado obtener la mayoría requerida.
El Vaticano ha instado a la paciencia de los fieles, recordando que este proceso puede extenderse durante varios días.
La expectativa es que, a través de las deliberaciones y la búsqueda de consenso, los cardenales logren designar a un líder que encarne la unidad y los valores de la Iglesia Católica en un momento clave para la comunidad mundial.
Mientras tanto, la comunidad internacional y los fieles de más de 1.300 millones de católicos alrededor del mundo siguen atentos, en espera de la fumata blanca que anunciará el comienzo de una nueva era en la Iglesia.
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