Inglaterra (10.09.2022).- Los príncipes Guillermo y Harry y las esposas de ambos, Kate Middleton y Meghan Markle, han reaparecido juntos este sábado por primera vez desde que se supo del fallecimiento de la reina Isabel II para acercarse a los simpatizantes reunidos en el Castillo de Windsor, en Londres.
En una clara imagen de unidad y reconciliación, ya que los dos hermanos llevaban más de un año distanciados, los cuatro han estrechado manos, han compartido sonrisas y ramos de flores con los ciudadanos concentrados junto al castillo durante varios minutos tras llegar al lugar.
Vestidos de riguroso luto, Guillermo, Harry, Kate y Meghan se han parado a leer los mensajes escritos y los ramos y coronas de flores depositados ante el castillo en medio de los aplausos de los miles de presentes en la que supone la primera aparición pública tras la muerte de la reina. Además, es la primera vez que las dos parejas aparecen en público juntas desde el 9 de marzo de 2020.
Kate se ha agachado para hablar con una niña que había comenzado a llorar y que paró de hacerlo cuando la nueva princesa de Gales se acercó a ella.
Otros miembros de la familia real como la princesa Ana, el príncipe Eduardo o el príncipe Andrés han estado en una ceremonia religiosa celebrada en una iglesia escocesa cercana al Castillo de Balmoral.
Britain’s Prince Andrew, Princess Anne and Prince Edward view floral tributes outside Balmoral Castle, following the passing of Britain’s Queen Elizabeth, in Balmoral, Scotland, Britain, September 10, 2022.REUTERS/Phil Noble
¿Reconciliación?
Los dos hermanos, hijos del rey Carlos III y nietos de la reina Isabel II, se han dejado ver juntos este sábado por primera vez desde hace más de un año, tras el escándalo provocado en la familia real por la decisión de los duques de Sussex de apartarse de la monarquía a principios de 2020 para vivir en Estados Unidos y ser financieramente independientes. A raíz de ello, la relación entre Guillermo y Harry se ha ido enfriando y cada vez han estado más distanciados.
El príncipe Harry, que estaba en Alemania cuando el palacio de Buckingham comunicó la gravedad del estado de Isabel II, voló el jueves hasta Balmoral, en el noreste de Escocia, donde la reina murió a los 96 años.
