Tegucigalpa, Honduras (04.02.2025).- El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aceptó este lunes recibir en su país a migrantes indocumentados deportados desde Estados Unidos que hayan cometido crímenes graves.
Además, sorprendió al ofrecer sus cárceles para albergar a delincuentes peligrosos de nacionalidad estadounidense que se encuentren actualmente presos en el país norteamericano.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fue el encargado de dar a conocer los detalles del acuerdo tras una reunión de casi tres horas con Bukele en la finca del mandatario salvadoreño ubicada en el lago de Coatepeque.
Rubio destacó que El Salvador aceptará «la deportación de extranjeros ilegales en Estados Unidos que sean criminales de cualquier nacionalidad, ya sean del M-13 o del Tren de Aragua, y alojarlos en sus cárceles».
Pero la propuesta de Bukele fue más allá: el presidente salvadoreño también ofreció recibir en las cárceles de su país a criminales estadounidenses considerados peligrosos, tanto aquellos con ciudadanía como los que tienen residencia legal en Estados Unidos.
«Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta», declaró Rubio ante la prensa en un hotel de la capital salvadoreña, donde se encuentra hospedado.
El secretario de Estado explicó que este mismo lunes discutió el tema con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y calificó la oferta de Bukele como «una señal del increíble amigo» que El Salvador representa para su país.
Por su parte, Bukele había anticipado durante el encuentro con Rubio que ambos cerrarían un acuerdo migratorio «sin precedentes» entre las dos naciones.
Este acuerdo representa un giro significativo en la política migratoria y de seguridad entre ambos países, y podría tener implicaciones importantes en la gestión de delincuentes extranjeros en Estados Unidos.
La disposición de El Salvador para recibir a criminales deportados y, más aún, para albergar a delincuentes estadounidenses, subraya el fortalecimiento de la relación bilateral en un contexto de cooperación en materia de seguridad y justicia.
Sin embargo, la propuesta también plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema penitenciario salvadoreño para manejar este tipo de casos, así como sobre los posibles impactos en la política interna de ambos países.
PUEDES LEER: Luis Redondo: «USAID ya no existe», hay que poner atención a las razones
Añadir un comentario