Tegucigalpa, Honduras (07.08.2022).– La asistencia de la Presidenta Xiomara Castro a la toma de posesión de su homólogo colombiano, Gustavo Petro, ha representado a la mujer latinoamericana en la política y la democracia, al ser la única que ostenta el más alto cargo de un país presente en el magno evento.
La gobernante hondureña comparte con Petro un lugar en la historia de sus respectivos países, al ser los primeros mandatarios de izquierda, apostándole al progreso de sus países, basándose en el respeto a los derechos humanos y a la atención de los que han sido por muchos años excluidos.
Castro llegó a Bogotá, Colombia, el pasado viernes en horas de la noche junto con una delegación de alto nivel, integrada por el secretario privado de la presidencia, Héctor Manuel Zelaya, y el canciller de la República, Eduardo Enrique Reina.
Petro fue también acompañado en su investidura, otros jefes de Estado, lista que encabezó el rey Felipe VI de España, los presidentes de Chile, Gabriel Boric; Argentina, Alberto Fernández; Ecuador, Guillermo Lasso; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Bolivia, Luis Arce; República Dominicana, Luis Abinader; Panamá, Laurentino Cortizo y Costa Rica, Rodrigo Chaves.
La delegación de Estados Unidos la lideró la administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, en inglés), Samantha Power.
LA PATRIA GRANDE DE MORAZÁN Y BOLÍVAR
La primera mujer mandataria en la historia de Honduras, previo a la investidura del nuevo jefe de Estado colombiano, sostuvo una reunión con él en donde le externó sus intenciones de fortalecer los lazos de hermandad entre ambas naciones.
“Morazán y Bolívar soñaron con una patria grande y hoy estamos aquí para construir ese sueño”, dijo Castro.
El emotivo encuentro bilateral entre la titular del ejecutivo en Honduras y el presidente Gustavo Petro, contó con la presencia de la también nueva vicepresidenta colombiana, Francia Márquez.
Los dignatarios de Honduras y Colombia dialogaron sobre el combate al narcotráfico, el fortalecimiento de los derechos humanos, la integración regional, la potenciación de las economías locales y la reivindicación de los derechos ancestrales de mujeres y jóvenes; asimismo, sobre la construcción de mecanismos internacionales para erradicar la violencia producida por la narcoactividad.
De igual manera, hablaron sobre la importancia de no defraudar a los pueblos y cumplir la deuda social que por tanto tiempo se les ha negado producto del sistema neoliberal.
La Presidenta hondureña recalcó su total apoyo al gobierno democrático del binomio Petro-Márquez; con el fin de construir una patria grande y democrática, con libertad y profundo respeto a los derechos humanos.
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