Tegucigalpa, Honduras (27.07.2022).- El Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro confirió la Condecoración de la
Orden José Cecilio del Valle en el grado de «Gran Cruz Placa de Plata» al embajador extraordinario y plenipotenciario
de Costa Rica en Honduras, Mauricio Herrera Ulloa.
El diplomático culmina su asignación en nuestro país, en donde se destacó por dedicar esfuerzos para afianzar los
lazos de amistad entre las dos naciones centroamericanas.
Herrera llegó en 2018, con entusiasmo y proyectos, ahora regresa satisfecho por la misión que cumplió.
La ceremonia fue dirigida por el Canciller Eduardo Enrique Reina, quien se encargó de la imposición de la Condecoración
al embajador costarricense.
El Canciller Reina hizo referencia a que los dos países han iniciado un nuevo capítulo en sus respectivas historias políticas,
porque tienen presidencias nuevas; Costa Rica en mayo, con Rodrigo Chaves, y desde enero, Honduras con la primera mujer presidenta Xiomara Castro.
«Para Costa Rica se trata de afianzar y perfeccionar su democracia ejemplar, para Honduras, es desmantelar un régimen autoritario y corrupto, donde vamos a construir nuestro andamiaje estatal después de 12 años de represión y oprobio»,
explicó Reina.
Reconocimiento
Asimismo, indicó que «La Presidenta Castro le ha querida otorgar la Orden José Cecilio del Valle en el grado de Gran Cruz
Placa de Plata», en nombre de la figura hondureña más destacada del siglo XlX, en materia de pensamiento y de capacidad
de análisis».
De igual forma, el funcionario llamó a Herrera Ulloa; «Usted como embajador contribuirá a reforzar el acercamiento
de nuestros pueblos, continuará con el trabajo también con nuestro representante en Costa Rica, el doctor Carlos Aguilar,
y estamos seguros que va a fortificar esta relación».
El embajador Herrera resumió que, durante su gestión, se logró concretar tres proyectos en cooperación triangular
con Alemania; el impulso de vehículos eléctricos y descarbonización, protección de corales en Roatán, y apoyo al
programa de bandera ecológica.
Se despidió asegurando que, tanto en Costa Rica como en Honduras, «creemos que cada persona importa, son el
único camino posible para reducir la pobreza, gozar de servicios públicos de calidad, generar crecimiento económico
con equidad y alcanzar una sociedad con un nivel de vida, con prosperidad y justicia».
