Redacción internacional, teleSur (23.11.2023).- En la fecha 6 de las eliminatorias de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), rumbo al Mundial 2026, los aficionados de Argentina y Brasil protagonizaron una trifulca en el estadio de Maracaná antes de iniciar el partido, mientras que el Gobierno de Perú cometió una arbitrariedad contra la selección de Venezuela.
La Vinotinto fue víctima de varios incidentes dentro y fuera de la cancha, además de una denuncia presentada por la Cancillería venezonala sobre impedir que el avión de la selección recargue el combustible para emprender el vuelo de regreso.
En un mensaje en la red social X (antes Twitter), el canciller Yvan Gil rechazó una nueva arbitrariedad del Gobierno peruano contra los venezolanos. «El Gobierno de Perú aplica un secuestro, vengativo a nuestro equipo, que ha realizado un extraordinario juego el día de ayer», dijo.
A su vez, la aerolínea oficial de la selección venezolana Rutas Aéreas C.A. (Rutaca), compartió un comunicado sobre la situación que se presentó en Perú.
«La aeronave en la cual viajan jugadores de nuestra selección Vinotinto, ha tenido un retardo considerable en su salida de Lima-Perú, producto de controles de seguridad de la aviación vigente en ese país, a los cuales ha sido sometida nuestra aeronave, su tripulación y pasajeros», refiere el texto.
Posteriormente, el canciller venezolano informó mediante su cuenta en la red social X que los jugadores de la Vinotinto «están emprendiendo su regreso a Caracas de manera segura».
«Luego de nuestras denuncias públicas y acciones diplomáticas, el Gobierno del Perú ha ordenado el suministro de combustible a la aeronave YV645T», afirmó el canciller Gil.
Otro incidente fue en el interior del estadio cuando, al finalizar el encuentro que quedó empatado a uno, los jugadores de la Vinotinto fueron agredidos por los gendarmes del estadio que no les permitieron saludar a los aficionados asistentes.
Varios futbolistas iban a regalar sus camisetas cuando fueron empujados sin razón por los gendarmes, se puede observar en videos publicados en redes sociales. «Me pegaron dos palazos», dijo el central Nahuel Ferraresi, jugador del Sao Paulo brasileño, mientras mostraba vendajes en los dedos índice y anular de su mano derecha.
«Salomón Rondón va a dar su camisa y yo voy atrás de él y cuando yo voy a tirar la mía para la gente, la policía me frena», declaró el zaguero en declaraciones a canales oficiales de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).
Por último, los hinchas de las selecciones de Perú y Venezuela que se encontraban viendo el partido en la Plaza de Armas tuvieron una pelea. Por ello, los organizadores del evento apagaron las pantallas para que los fanáticos se calmen.
Por su parte, el Ministerio de la Juventud y el Deporte expresó su indignación y rotundo rechazo a las agresiones sufridas por atletas de la selección venezolana de fútbol por parte de la Policía Nacional del Perú, al culminar el partido realizado en el Estadio Nacional en la víspera.
«Resulta a lo menos bochornoso que un evento futbolístico de tanta envergadura, haya sido tomado como campo de batalla para exponer las más bajas pasiones de xenofobia antivenezolana por parte de una autoridad policial del Perú», precisa el ente en un comunicado.
Revela que previamente al partido, la Policía Nacional del Perú anunció la realización de controles migratorios a la comunidad venezolana en el marco de una actividad deportiva de previsible participación masiva.
«Del mismo modo, la emisión de comentarios denigrantes y cargados de violencia contra la mujer venezolana expuestos por supuestos comunicadores del Perú agudizaron las tensiones contra el gentilicio venezolano», indica el texto.
Brasil vs. Argentina
En Río de Janeiro, aficionados de Brasil y Argentina retrasaron el inicio del encuentro en el estadio Maracaná por pelea en la tribuna; familiares de futbolistas de la Albiceleste se encontraban en dicho sector
El partido entre las escuadras argentinas y brasileñas se retrasó debido a una batalla campal en la gradas entre los seguidores de cada bando.
La selección argentina se llegó a retirar a los vestuarios y regresó al campo después de ausentarse 17 minutos tras desatarse una riña en las gradas, la cual fue reprimida por la policía.
Los incidentes comenzaron cuando los altavoces del estadio de Río de Janeiro reproducían el himno argentino y se desató una trifulca entre algunos aficionados brasileños y visitantes que se extendió por varios minutos.
Como la policía fue incapaz de contener los ánimos, los jugadores argentinos, que se posicionaban para el inicio del partido, se dirigieron en grupo hasta la tribuna sur del Maracaná para pedir calma a los aficionados.
Tras diversas pláticas entre el Chiqui Tapia y Lionel Messi, Argentina regresó al terreno de juego en el Maracaná. Finalmente, el partido se reanudó tras media hora de retraso.
TE PUEDE INTERESAR: Honduras y China tienen en su agenda de cooperación no reembolsable proyectos de educación