Redacción, Xinhua (11.11.2024).- Una nueva competencia de bote dragón tuvo el sábado como escenario el Club Náutico de Quilmes, en la periferia sur de Buenos Aires, donde se vivió una fiesta.
Con un día soleado y un clima de unidad entre Argentina y China, distintos conjuntos (masculinos, femeninos y mixtos) compitieron en las aguas del Río de la Plata.
Este deporte, de más de 2.000 años de antigüedad, sigue creciendo en el país sudamericano y apunta al poder espiritual y al trabajo en equipo, con cada vez más adeptos y seguidores.
Nicolás Melllino, subsecretario de Deportes y Entidades de la Municipalidad de Quilmes, dijo a Xinhua que «esta actividad tiene su origen en China, pero ha trascendido al resto de los países del mundo».
«Tenemos este vínculo y desde la Municipalidad contamos con convenios y ciudades hermanas en China. Esto sirve para fortalecer la relación con este país desde lo deportivo y desde lo cultural», expresó.
La actividad fue organizada por la Asociación Argentina de Botes Dragón, con la presencia de su secretaria general, Liu Xinqiong.
También asistió el primer secretario de la sección cultural de la Embajada de la República Popular China en Argentina, Huang Kangyi.
Otra de las personalidades presentes fue el director del Centro Argentino de Asistencia China y presidente de Empresarios Chinos en Argentina, Yan Xiangxing.
Además, estuvo la directora del Departamento de Relaciones Internacionales de la Municipalidad de Quilmes, Amparo Sayago.
Entre los equipos participantes se destacaron Alas de Agua, Birka, la Escuela Municipal de Canotaje Avellaneda (EMCA), Ming, Club Náutico Quilmes y Raiders.
¿Qué es el bote dragón?
El bote dragón es una especialidad deportiva con embarcaciones de 12 metros de largo, con una cabeza de dragón en la proa y una cola de dragón en la popa.
Son tripuladas por 20 palistas, aunque también existe el formato de 10 palistas, un timonel y un «drummer» o tamborista.
Todos los que reman coordinan las paladas al ritmo del tambor situado en la proa de la embarcación, con un espíritu de trabajo en equipo y compañerismo en iguales dosis.
Antes de las carreras se hizo la emotiva ceremonia del «despertar del Dragón», un ritual que consiste en el «clavado de pupilas»: se pintan con tinta roja los ojos de los dragones previo al ingreso de los botes al agua.
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