Sin embargo, recordó que la canícula se manifestará este mes de julio independientemente si está pronosticado el fenómeno El Niño y La Niña.
“Lo que nos preocupa y a lo que tenemos que estar atentos es que, si la canícula se extiende del 10 de julio al 28 de agosto, los cultivos que se sembraron más tarde probablemente no tendrían la posibilidad de terminar su ciclo con éxito y obtener una buena producción”, detalló.
Enfatizó que se debe monitorear las áreas de siembra de primera, para que así la planificación de la siguiente época de siembra en el país, que es la época de postrera que va del 15 de agosto al 15 de septiembre, se pueda promover más siembra de área de cultivo como frijol, maíz, arroz e incluso sorgo.
Cerritos apuntó que no se debe generalizar en el sentido que creer que en todo el país ocurrirá la canícula del 10 de julio al 28 de agosto.
“Esperemos que no ocurra en aquellas zonas de lógica comercial como Olancho, Yoro, El Paraíso que son los que abastecen en un 50 % la demanda de maíz en el país”, indicó.
Recordó que más del 91 % de los cultivos en Honduras dependen del régimen de lluvias, pero cuando hay excesos de precipitaciones se desperdicia porque no se cuenta con la infraestructura para aprovechar el recurso agua.
Ejemplificó que Israel recibe 160 milímetros de agua en seis meses y son exitosos en la agricultura porque administran ese poco líquido, en tanto en Honduras en igual período se reciben 800 milímetros y en otras zonas hasta 3,000 milímetros, por eso la gestión hídrica es la clave para el éxito en el agro.
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