Uvalde, Texas.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó junto a la primera dama, este domingo a los sobrevivientes y los familiares de las víctimas del tiroteo en Uvalde, al sur de Texas, que dejó 21 personas muertas.
Esta es la segunda vez en menos de un mes que Biden visita un lugar donde hubo tiroteos masivos.
El gobernante, junto a la primera dama, Jill Biden, visitaron la escuela Robb, donde se han llevado a cabo las conmemoraciones.
Hasta el lugar, llevaron rosas blancas y presentaron sus respetos ante los santuarios improvisados de las 21 personas que perdieron la vida durante el tiroteo masivo llevado a cabo por un joven de 18 años.
Desde el exterior de la iglesia católica, donde se celebraba la misa por los fallecidos, la gente coreaba: «hagan algo». Al salir de la ceremonia, el presidente le respondió a la multitud y les dijo: «lo haremos».
Tras este primer acto, la pareja presidencial se reunió con sobrevivientes y familiares durante varias horas.
Desde su cuenta de Twitter, el presidente dijo: «lloramos con vosotros. Rezamos con vosotros. Nos solidarizamos con vosotros. Y estamos comprometidos a convertir este dolor en acción».
To everyone impacted by the horrific elementary school shooting in Uvalde, Texas: We grieve with you. We pray with you. We stand with you. And we’re committed to turning this pain into action. pic.twitter.com/TIYjdmfKVP
— President Biden (@POTUS) May 29, 2022
Argumentos
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, acompañó al presidente en su visita y recibió gritos por parte de los asistentes que le dijeron: “necesitamos ayuda, gobernador Abbott» y «¡qué vergüenza, Abbott!».
Una niña de 11 años, amiga de las víctimas, Bella Barboza, le envió un mensaje al presidente: «este mundo no es un buen lugar para que los niños crezcan».
Uno de los asistentes, Ben González, residente de Uvalde, dijo que necesitan “nuevas leyes de armas. Pero también necesitamos centrarnos en la salud mental. No hay una sola respuesta a este problema».
Según fuentes de la Casa Blanca, es «poco probable» que Biden tome medidas sobre las armas, que serían su única salida, aunque quiere evitar confrontaciones con el ya dividido Senado.
Sobre todo de cara a las elecciones de mitad de mandato, que se celebrarán el 8 de noviembre, donde los demócratas deben pugnar por conservar sus mayorías.
De igual forma, en el Congreso, un grupo bipartidista de senadores habló durante el fin de semana para ver si podían alcanzar un compromiso sobre la legislación en materia de seguridad de las armas.
El presidente Biden ha abanderado en otras ocasiones políticas que han logrado la prohibición de las armas de asalto en 1994, que expiró en 2004.
La oposición republicana, encabezada por el senador Ted Cruz, el expresidente Donald Trump y el mismo gobernador de Texas, rechazan el llamado para tomar nuevas medidas de control de armas.
Además, apuntan a tratar las enfermedades mentales o a incrementar la seguridad de las escuelas.