Redacción internacional (01.01.2023).- El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró este domingo durante su discurso inicial en el cargo, la victoria de la democracia y prometió ejecutar acciones contra la hambruna e impunidad.
El nuevo gobernante señaló que el triunfo de la democracia le permitió ganar las elecciones de octubre a pesar de las «amenazas» de la ultraderecha que aún no acepta su triunfo.
«Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña», declaró Lula después de haber jurado como nuevo presidente de Brasil, ante el Parlamento.
«Fue la democracia la gran victoriosa», que «superó» las «más violentas amenazas a la libertad del voto», apuntó en alusión a la campaña contra el sistema de votación desatada por el ahora expresidente Jair Bolsonaro, a quien derrotó en las elecciones de octubre.
Asimismo, prometió «rescatar» del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza, a 100 millones de personas, casi la mitad de la población del país.
«Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileñas y brasileños, que soportaron la más dura carga del proyecto de destrucción nacional que hoy se cierra», dijo.
Impunidad por muertes durante la pandemia de la COVID-19
A la vez, se comprometió a no dejar en la impunidad a los responsables por el «genocidio» que causó la pandemia de la COVID-19 en Brasil, donde murieron casi 695.000 personas.
El mandatario afirmó: «En ningún otro país, la cantidad de víctimas mortales fue tan alta proporcionalmente a la población».
«Las responsabilidades por este genocidio han de ser investigadas y no deben quedar impunes», agregó Lula, que criticó directamente a la «actitud criminal de un Gobierno negacionista» liderado por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Bolsonaro negó la gravedad de la pandemia y lideró una campaña de descrédito contra la vacunación, que ha contribuido a que el país siga con bajas tasas de inmunización contra la covid.
Cabe mencionar que, las ceremonias oficiales concluirán con una recepción que será ofrecida por Lula a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, vecina a las sedes del Parlamento y del Gobierno.
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