Este es el peor índice desde 2010, cuando se registraron 43,933 incendios en el mismo mes, según datos del Programa Quema del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales.
Desde el 2017, 2020 y 2022 se han superado los 30,000 incendios, dos de esos meses fueron durante años del gobierno del actual presidente Jair Bolsonaro, ahora candidato a la reelección.
Los incendios acumulados en 2022 (89,285 hasta el 5 de octubre) ya superan el total registrado en 2021 (75,090). Agosto también fue un mes con la mayor cantidad de incendios en los últimos 12 años, con 41 por ciento.
Al ritmo actual se espera que los incendios de 2022 superen la marca de los 100,000 incendios en un año. Solo la primera semana de septiembre, con 18,374 brotes, ya había superado el total de 2021.
Los científicos aseguran que el aumento de incendios en los últimos meses está relacionado con el relajamiento de las acciones de control en el actual gobierno y también con las expectativas sobre el resultado de las elecciones.
“Históricamente, en la Amazonía en años electorales hay un aumento de incendios por la incertidumbre de cómo actuará el próximo gobierno en el frente ambiental”, señaló a SciDev.Net Rômulo Batista, biólogo de Greenpeace Brasil.
Los investigadores señalan que, a pesar de ser un período caluroso y sin lluvias en la Amazonia, no hay lugar para argumentos como que el fuego es espontáneo por el calor. Según el ingeniero ambiental, Alberto Setzer, quien desarrolló el sistema de monitoreo de incendios del Inpe, 99 por ciento de los incendios son causados por la acción humana, la mayoría de las cuales son acciones ilegales facilitadas por un control laxo.
“Por un lado, está la legislación y por el otro el descontrol. El control depende de la voluntad política”, dice Setzer a SciDev.Net. “Las imágenes se están tomando en tiempo real, los satélites muestran cuándo y dónde ocurren estos crímenes. Si siguen sucediendo es porque debe haber intereses para que la situación continúe”, agregó el investigador de la Coordinación General de Ciencias de la Tierra del Inpe.
La situación ha recibido atención mundial. En un artículo publicado en vísperas de las elecciones brasileñas, la revista Nature señaló cómo el actual gobierno “fomentó la minería en toda la selva amazónica mientras reducía la aplicación de las leyes ambientales, lo que resultó en un fuerte aumento de la deforestación
Según los científicos, los recortes sucesivos en el presupuesto del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil se reflejaron directamente en las acciones de sus órganos de inspección y control en la Amazonía, como el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama).
Y, según ellos, con la reciente elección de un número significativo de senadores y diputados alineados con la política del actual gobierno, las perspectivas no son alentadoras.
“Hay proyectos de ley que son extremadamente dañinos para el ambiente y hay presión para que estos diputados y senadores electos aprueben estos proyectos”, opinó Galvão, quien fuera despedido de la Dirección de Inape por Jair Bolsonaro en julio de 2019 por divulgar datos sobre deforestación obtenidos por la agencia.