Nueva York, Estados Unidos (20.09.2022).- La Presidenta de la República, Iris Xiomara Castro, pronunció este martes su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 77 sesión.
La mandataria inició su discurso diciendo, «Compadezco ante esta tribuna mundial en lo que para mi país es un hecho histórico, no solo porque soy la primera mujer que tiene el honor de dirigir nuestra nación centroamericana, sino que represento el primer gobierno electo democráticamente después de 13 años de dictadura».
Asimismo, enfatizó que eventos trascendentales en el país desde el Golpe de Estado del 2009 como crueles asesinatos, dos fraudes electorales, la pandemia y 2 huracanes devastadores, han sido parte de un cruel contexto que ha tocado al pueblo hondureño atravesar.
En estos últimos años, la deuda pública se multiplicó seis veces y la tasa de pobreza aumentó un 76 por ciento, convirtiéndose en la tasa más alta de pobreza registrada en Honduras.
«Es evidente que hoy para que nuestro país sobreviva debemos rechazar esa presunta austeridad que premia a los que concentran la riqueza a pocas manos y aumenta la desigualdad exponencial» agregó.
Además, explicó que, «las políticas públicas avaladas por el modelo rentista desde la comunidad financiera internacional durante los últimos 13 años han arrastrado al país a un mundo cargado de violencia y pobreza con proyectos fallidos, abandonados, corrupción, saqueo y narcotráfico».
«Ninguno de los testigos internacionales de los fraudes electorales del 2013 y del 2017 ignoraban a lo que estaban condenando a nuestro pueblo; sin embargo, se mostraron complacientes con la peor plaga que ha azotado a nuestro país. La soberbia del capital y del interés mezquino que hizo a muchos optar por el engaño mientras el crimen organizado llevaba al país al destiladero», indicó.
«Las naciones pobres del mundo ya no soportamos golpes de Estado, no soportamos el uso del Lawfare, ni revoluciones de colores, usualmente organizadas para espolear nuestros vastos recursos naturales, las naciones industrializadas del mundo son las responsables por el grave deterioro del ambiente, pero nos hacen pagar a nosotros por su oneroso estilo de vida y para ello no escatiman nada, para sumirnos en sus planes y en una crisis sin fin, pretendiendo que estamos atados de pies y de manos», añadió.
De igual forma, señaló que la Honduras que dirige se está construyendo bajo una visión de refundación humanista, impregnada de dignidad y soberanía, «que hará lo que legalmente es importante para recuperar nuestro medio ambiente y alcanzar el bien común para toda nuestra población».
«Por ello nos resulta inaceptable este orden mundial arbitrario, donde existen países de tercera y cuarta categoría, mientras los que se creen civilizados no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras y crucificarnos una y otra vez», externó.
«Tomo esta tribuna para exigir que se nos respete, queremos vivir en paz, no sigan tratando de seguir desestabilizando a Honduras y dictarnos sus medidas o escoger con quienes debemos de relacionarnos, el pueblo es soberano, lo demostró el 28 de noviembre apoyando mi triunfo, un triunfo que ha sido el más grande la historia de mi país», manifestó.
«La resistencia, la que luchó contra la dictadura impuesta durante estos 13 años, este 15 de septiembre, día de nuestra independencia me acompañó masivamente en las calles, conjurando las amenazas públicas y la mala costumbre de seguir entregando los bienes nacionales al mejor postor, como si fuera tierra de nadie», precisó.
«Nunca más cargaremos con el estereotipo de República bananera, terminaremos con los monopolios y oligopolios que solo empobrecen nuestra economía, un pueblo generoso que ha regado con sangre la defensa de los bosques y de los ríos, no va a olvidar que durante la dictadura se cometieron cientos de asesinatos de jóvenes y de nuestra compañera Berta Cáceres, ni la desaparición forzada de hondureños y hondureñas por su forma de pensar», determinó.
«Mi gobierno social y democrático va a retomar el estado de justicia y el estado de derecho para que no vuelvan a suceder (luchas de sangre), trabajamos duramente en priorizar estímulos y la eliminación de los abusos fiscales, ya iniciamos promoviendo una Ley de Energía como bien público, devolviendo el derecho a los trabajadores y apoyando nuestro mercado interno invirtiendo en el agro para la seguridad alimentaria», explicó.
«Hemos planteado renegociar los tratados de libre comercio, hemos tomado la decisión soberana de invertir en nuestro desarrollo, sustituyendo importaciones, pero compitiendo en los mercados internacionales sin subsidiar los excesos de las naciones desarrolladas», dijo.
«A la mujer, a quien se le ha negado por centurias su inclusión en el desarrollo, reconoceremos su importancia en la sociedad, como parte de la columna vertebral de la misma, proporcionaremos salud, educación de calidad, seguridad y soberanía alimentaria a nuestra niñez y juventud», concluyó.
La Presidenta Castro terminó su participación en la Asamblea de las Naciones Unidas citando a la ambientalista Berta Cáceres «Reaccionemos mundo, aún estamos a tiempo».