Este decomiso es parte de una operación en curso que comenzó el día anterior, en colaboración con las autoridades de Seguridad del país.
La operación se desarrolló tras los análisis de inteligencia realizados por los equipos de la Administración Aduanera de Honduras, que continúan trabajando para frenar el ingreso de armas ilegales al país.
El lunes, la Administración Aduanera también reportó la incautación de dos armas de fuego en el mismo puerto: un fusil AR-15 y un revólver.
Ambas armas fueron encontradas en una encomienda que pretendía pasar desapercibida. Según las autoridades, el objetivo de los contrabandistas era ingresar las armas de forma oculta dentro de una mercancía catalogada como encomienda, una práctica que busca eludir el control aduanero.
La operación fue realizada junto con el depósito Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), en colaboración con la Policía de Frontera y el Ministerio Público. Ambos organismos fueron notificados para realizar las diligencias correspondientes.
Fausto Cálix destacó que, la operación sigue en marcha, y aseguró que las autoridades hondureñas están comprometidas en continuar combatiendo el contrabando de armas y municiones, con el fin de garantizar la seguridad en el país.
Decomiso de armas: ¿Cómo afecta la seguridad en Honduras?
Este decomiso de armas es parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades hondureñas para frenar el tráfico ilegal de armamento, que representa una amenaza para la seguridad y estabilidad del país.
La constante vigilancia en las aduanas y la colaboración con diferentes agencias de seguridad es fundamental para evitar que estas armas lleguen a manos equivocadas, especialmente en un contexto de violencia y criminalidad en algunas regiones de Honduras.
¿Qué significa este decomiso para la lucha contra el crimen?
La incautación de armas como el AR-15 y el revólver demuestra la importancia de los operativos de inteligencia y el trabajo conjunto de las autoridades.
Los decomisos son un paso positivo hacia el control de armas ilegales en el país, pero la operación sigue siendo un desafío constante frente a las rutas de contrabando que se utilizan para introducir armamento al territorio hondureño.
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