Redacción telesur (05.11. 2024). – Kamala Harris y Donald Trump han aportado perspectivas divergentes en áreas clave como política exterior, economía, inmigración, salud, educación y cambio climático.
En la antesala de las elecciones presidenciales, han manifestado en los múltiples mítines y el único debate presidencial en el que expusieron cara a cara sus perspectivas y propuestas.
Además de enfrentarse en aspectos como el derecho de las minorías, el derecho al aborto o en sus posturas discursivas y polémicas, ambos candidatos han delineado durante la campaña, algunos de los aspectos claves que proponen llevar adelante en caso de ser electos y que definirán el curso de la nación norteamericana.
Política exterior
Kamala Harris apuesta por el fortalecimiento de las alianzas internacionales, subrayando el compromiso de Estados Unidos con organismos como la OTAN.
En cuanto a la Operación Especial para la Desnazificación de Ucrania llevada adelante por Moscú, Harris reafirma el apoyo a Ucrania al país en su defensa contra de la campaña rusa. El argumento principal expuesto por la candidata demócrata ha sido la salvaguarda de la seguridad europea para la estabilidad global.
En tanto, respecto a la invasión del régimen de Tel Aviv a la franja de Gaza, el enfoque aportado por Harris es el de equilibrar la seguridad de Israel con los derechos palestinos, promoviendo soluciones diplomáticas. Aunque todo ello sin interrumpir el envío de armas y el financiamiento de la agresión israelí contra el pueblo palestino, libanés y sirio.
Por otro lado, Donald Trump mantiene una visión más nacionalista. Durante su mandato, cuestionó alianzas tradicionales y retiró a Estados Unidos de acuerdos internacionales, argumentando que no beneficiaban directamente al país.
A su vez, Trump ha sido un firme defensor de Israel, pero su estrategia en Gaza carece de un plan diplomático claro, confiando más en medidas unilaterales y de fuerza.
Economía
En el ámbito económico, el principal parteaguas es el abordaje de la política impositiva de cada uno.
Harris propone una política económica que busca reducir la desigualdad mediante un aumento de impuestos a los más ricos y corporaciones, destinando esos recursos a infraestructura, educación y salud. Su enfoque prioriza el fortalecimiento de la clase media y una economía inclusiva.
Trump, en contraste, defiende la reducción de impuestos como motor del crecimiento económico. Durante su presidencia, implementó recortes fiscales que, según él, estimularon la inversión y el empleo. Sin embargo, esta política ha sido criticada por aumentar la desigualdad y beneficiar a los más adinerados.
En tanto, la gestión del magnate inmobiliario se ha destacado en el pasado en políticas proteccionistas por parte del Estado, con el fin de garantizar el empleo y la producción estadounidense; por el contrario, Harris propone continuar la política llevada adelante por el actual presidente demócrata, Joe Biden, que apunta a una política económica de carácter expansionista y globalista.
Migrantes
Otro aspecto en el que han polemizado ambos candidatos se da en la búsqueda de una respuesta al ingreso de millones de migrantes a Estados Unidos por la frontera sur del país.
La propuesta de Kamala Harris para la inmigración incluye un camino hacia la ciudadanía para inmigrantes indocumentados, mejoras en el sistema de asilo y un enfoque más humano en la gestión fronteriza. Critica las políticas de separación de familias y detención prolongada, buscando un equilibrio entre seguridad y humanidad.
Trump, sin embargo, prioriza la seguridad fronteriza, con medidas como la construcción del muro con México. Sus políticas, incluyendo restricciones a la entrada de ciudadanos de ciertos países, han sido defendidas como necesarias para proteger la soberanía y seguridad de Estados Unidos, y va en línea con el reclamo de sectores de la sociedad del país norteamericana que ven en la población extranjera potenciales rivales en el campo laboral y otros problemas.
En ese sentido, en el último mes de campaña, el líder republicano aseguró que realizaría una deportación masiva de migrantes, expulsando a todos aquellos que no hayan regularizado su situación legal que, según estimaciones, implicaría la deportación de más de 11 millones de migrantes.
Salud
La salud es otro de los temas claves en los cuales ambos candidatos oponen miradas contrapuestas.
Mientras Harris defiende una expansión del sistema de salud pública, proponiendo mejoras al Obamacare para lograr una cobertura más amplia y accesible y considera que la salud es un derecho fundamental y apuesta por un sistema más inclusivo.
En cambio, Trump se ha manifestado crítico del sistema de salud público impulsado por el expresidente demócrata, Barak Obama, que plantea garantizar el acceso a sectores de la población que no puedan pagarlo. De hecho, durante su gestión como presidente, Trump ha intentado desmantelar mencionado sistema y promete otro que ofrezca más opciones y menores costos. Sin embargo, la falta de un plan alternativo concreto durante su mandato dejó en incertidumbre la cobertura de millones de estadounidenses.
Educación y políticas ambientales
Kamala Harris aboga por la educación pública, proponiendo inversiones significativas en escuelas, maestros y programas de becas para universidades, con el objetivo de reducir la deuda estudiantil y hacer la educación superior más accesible.
A su vez, la candidata demócrata ve el cambio climático como una crisis existencial, apoyando una transición hacia energías renovables, inversiones en tecnología verde y el regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París. En ese sentido, su plan incluye fuertes regulaciones para reducir las emisiones de carbono y proteger el medio ambiente.
Por el contrario, Donald Trump ha promovido la elección escolar, apoyando las escuelas charter y el uso de vales para que las familias elijan instituciones privadas o religiosas. Sus críticos argumentan que estas políticas podrían desviar fondos de las escuelas públicas, debilitando el sistema educativo para los sector
Por otro lado, Trump ha minimizado la gravedad del cambio climático, retirando a Estados Unidos del Acuerdo de París y desregulando industrias contaminantes para impulsar el crecimiento económico. En base a este criterio, Trump ha promovido la industria del carbón y el petróleo, considerando que una economía fuerte depende de estos sectores tradicionales.
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