Tegucigalpa, Honduras (04.11. 2024). – Cuando los estadounidenses participen en las elecciones presidenciales de noviembre, la mayoría votará por la demócrata Kamala Harris o por el republicano Donald Trump. Sin embargo, estos votos no determinarán directamente quién ocupará la Casa Blanca.
A diferencia del sistema electoral tradicional en el que cada ciudadano aporta un voto y el candidato que más votos obtenga es el elegido, la carrera nacional estadounidense se trata de una competencia estado por estado, donde ganar uno de los 50 estados significa obtener todos sus votos del Colegio Electoral.
Es decir, el Presidente no es elegido por el voto popular nacional; son los totales de votos del Colegio Electoral los que determinan el ganador.
El Colegio Electoral es un proceso establecido en la Constitución de Estados Unidos para elegir la fórmula presidencial que dirigirá el país y en total, son 538 los votos electorales; es decir que un candidato necesita obtener al menos 270 para ganar la presidencia.
Sin embargo, los votos electorales se conceden en función del voto popular en cada Estado, y cada Estado define el método de reparto. En la actualidad, 48 de los 50 Estados, junto con el Distrito de Columbia, utilizan el sistema de «el ganador se lo lleva todo». Por ejemplo, los 54 votos electorales de California van al ganador de las elecciones estatales, incluso si el margen de victoria es mínimo, como un 50,1% frente a un 49,9%.
La votación real del Colegio Electoral ocurre a mediados de diciembre, cuando los electores se reúnen en sus estados respectivos. Aunque la Constitución no obliga a los electores a votar según el resultado del voto popular de su estado, varios estados han implementado leyes que sí lo requieren.
El Colegio Electoral permanece como un sistema único y complejo que define la democracia estadounidense, generando tanto defensores como críticos, pero manteniéndose como el mecanismo constitucional para elegir al presidente y vicepresidente de los Estados Unidos.
Cómo surgen el método de los Colegios Electorales
Este sistema es utilizado desde cuando se redactó la Constitución originaria, en 1787. Por entonces, la votación popular nacional para elegir presidente era prácticamente imposible debido al tamaño del país y a la falta de métodos de comunicación fiables.
El sistema del Colegio Electoral fue especialmente popular en los estados del sur, donde los esclavos, aunque no podían votar, se contaban como parte de la población, otorgando a estos estados una influencia considerable.
En tanto, la historia ha demostrado que es posible ganar el Colegio Electoral perdiendo el voto popular nacional.
Este sistema ha producido resultados controvertidos en la historia reciente: en 2000 con Bush/Gore y 2016 con Trump/Clinton, tanto George W. Bush como Donald Trump ganaron la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular nacional.
En 2020, aunque Joe Biden obtuvo más de 7 millones de votos populares de ventaja, su victoria en el Colegio Electoral se decidió por menos de 50.000 votos en estados clave.
Ventajas y desventajas
+ Los estados pequeños mantienen su importancia en la campaña
+ Los candidatos pueden centrarse en estados clave
+ Los recuentos son más manejables al poder aislarse por estado
– El ganador del voto popular puede perder las elecciones
– Algunos votantes sienten que su voto individual tiene menos peso
– Los «estados pendulares» concentran demasiado poder
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