Redacción telesur (20.09.2024). – La carta, coordinada por la Internacional Progresista, llega después de que 35 expresidentes solicitaran a Washington retirar a Cuba de esa lista.
Alrededor de 600 parlamentarios de 73 países exigieron este viernes que Cuba sea excluida de la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo, elaborada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
A través de una carta conjunta coordinada y publicada por la Internacional Progresista (IP), los legisladores hicieron un llamado a sus respectivos Gobiernos a que tomen medidas inmediatas para abogar por la eliminación de Cuba de esa nómina.
Cuba fue retirada de la lista en el año 2015 durante la administración del expresidente Barack Obama y fue incluida nuevamente en el año 2021, durante los últimos días de la presidencia de Donald Trump.
Además de la nación caribeña, también forma parte de la ilegítima lista Siria, desde 1979, Irán, desde 1984 y Corea del Norte, desde 2017.
Los parlamentarios aseguran que Cuba debe ser retirada de la lista en nombre de la dignidad, la decencia y la integridad de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Según expertos de la ONU, la inclusión de la Mayor de las Antillas ha debilitado “los derechos humanos fundamentales, incluidos el derecho a la alimentación, el derecho a la salud, el derecho a la educación, los derechos económicos y sociales, el derecho a la vida y el derecho al desarrollo”.
La inclusión de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo trae consigo consecuencias atroces en esferas como la ayuda humanitaria, negocio, inversión y comercio, lo cual perjudica severamente a Cuba y a ciudadanos cubanos.
Temerosos de ser acusados de instigar el terror y de las altas multas que conlleva tener relaciones con Cuba, bancos, instituciones financieras y vendedores internacionales han dejado de facilitar el comercio.
También obstaculiza la investigación, pues en Estados Unidos está prohibido el uso de fondos públicos para viajes hacia o desde países que estén incluidos en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, impidiendo investigaciones y apoyo a los académicos cubanos.
Texto completo de la carta
Nosotros, parlamentarios de todo el mundo abajo firmantes, condenamos la designación de Cuba como «Estado patrocinador del terrorismo» y hacemos un llamado a nuestros respectivos Gobiernos para que tomen medidas inmediatas para abogar por su eliminación.
La designación de Cuba como «Estado patrocinador del terrorismo» por parte de los Estados Unidos es cínica, cruel y una clara violación del derecho internacional.
La designación, retirada en 2015 tras una evaluación exhaustiva por parte de la administración Obama, se volvió a aplicar a Cuba en los últimos días de la presidencia de Trump como acto final de su campaña de guerra económica contra la isla.
Como candidato, Joe Biden prometió restaurar la relación diplomática fomentada por su predecesor demócrata. Pero como presidente, Biden renegó —incluso después de que el Gobierno colombiano retirara los cargos de extradición contra miembros de su Ejército de Liberación Nacional (ELN): la justificación original para que Trump volviera a aplicar la designación de «Estado patrocinador».
La designación es por lo tanto cínica, porque Cuba, lejos de patrocinar el terrorismo, ha servido de intermediario clave en las conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano, el ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las actuales conversaciones marcan una década desde que Cuba convocó a los Estados miembros de la Celac para declarar la región Zona de Paz, «basada en el respeto a los principios y normas del Derecho Internacional».
La designación es cruel porque está diseñada para maximizar el sufrimiento del pueblo de Cuba, ahogando su economía, desplazando a sus familias e incluso restringiendo el flujo de ayuda humanitaria. Según expertos de Naciones Unidas, la designación ha debilitado «los derechos humanos fundamentales, incluidos el derecho a la alimentación, el derecho a la salud, el derecho a la educación, los derechos económicos y sociales, el derecho a la vida y el derecho al desarrollo».
Por último, la designación es ilegal porque debilita «el principio de igualdad soberana de los Estados, la prohibición de intervenir en los asuntos internos de los Estados y el principio de arreglo pacífico de las controversias internacionales», según expertos jurídicos de la ONU. Las sanciones extremas y extraterritoriales desencadenadas por la designación suponen, por tanto, una clara violación del derecho internacional.
En mayo de 2024, el Departamento de Estado estadounidense retiró finalmente a Cuba de la lista de Estados que «no cooperan plenamente» con los Estados Unidos en la lucha antiterrorista. Pero esto no es suficiente. Cuba sigue sufriendo como consecuencia de su exclusión cínica, cruel e ilegal de la economía internacional.
Con esta carta subrayamos la urgencia de retirar a Cuba de la lista de «Estados patrocinadores del terrorismo» en nombre de la dignidad, la decencia y la integridad de la Carta de la ONU, y pedimos a nuestros Gobiernos que utilicen todos los medios diplomáticos para reparar esta grave injusticia.
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