Tegucigalpa, Honduras (11.09.2024).- Hoy se conmemoran 23 años del devastador atentado que el 11 de septiembre de 2001 marcó un antes y un después en la historia de Estados Unidos y el mundo entero.
El ataque, el mayor de su tipo registrado, dejó una profunda herida en la ciudad de Nueva York y sus secuelas siguen resonando hasta el día de hoy.
Cronología de los hechos
El trágico día comenzó a las 08:12 de la mañana con el secuestro del vuelo 11 de American Airlines, que transportaba 92 pasajeros.
En minutos, otros tres vuelos también fueron secuestrados: el vuelo 175 de United Airlines, el vuelo 77 de American Airlines y el vuelo 93 de United Airlines.
Los ataques fueron atribuidos al grupo terrorista Al Qaeda, dirigido por Osama Bin Laden.
A las 08:46 de la mañana, el vuelo 11 de American Airlines se estrelló contra la Torre Norte del World Trade Center, un evento observado por numerosos testigos en la ciudad.
A las 09:03 de la mañana, el vuelo 175 de United Airlines impactó la Torre Sur, causando una inmensa nube de humo y un caos total en los alrededores.
La cobertura mediática del momento permitió al mundo entero ser testigo de la magnitud del desastre.
Las Torres Gemelas se derrumbaron en cuestión de horas: la Torre Sur colapsó a las 09:59 de la mañana, seguida por la Torre Norte a las 10:28 de la mañana.
Los otros vuelos secuestrados también cumplieron con su trágico destino: el vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el Pentágono a las 09:37 de la mañana, y el vuelo 93 de United Airlines cayó en un campo en Pensilvania a las 10:03 de la mañana.
El impacto del atentado
El ataque a las Torres Gemelas no solo devastó el icónico complejo del World Trade Center en el Distrito Financiero de Manhattan, sino que también representó un ataque sorpresivo que dejó un saldo trágico de 2.996 muertos y más de 25.000 heridos.
El 11-S desencadenó una serie de eventos globales que transformaron la política y la seguridad internacional.
Estados Unidos, en respuesta al ataque, lanzó una ofensiva militar contra el terrorismo que incluyó invasiones a Afganistán e Irak, y llevó al eventual asesinato del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
Hoy, mientras recordamos la magnitud de esa tragedia, también reflexionamos sobre su impacto duradero en la política global, la seguridad y la memoria colectiva.
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