Uno de los focos de la operación fue el Refugio de Vida Silvestre “La Muralla” en Olancho, donde se observó una devastadora destrucción del bosque, atribuida a cultivos ilegales y ganadería.
Durante los operativos en esta área, las autoridades desalojaron asentamientos humanos, destruyeron 34 viviendas y 10 establos, y eliminaron 2,900 metros de cercas de alambre de púas.
Además, inhabilitaron dos carreteras construidas ilegalmente y evacuaron 200 cabezas de ganado. A pesar de estas acciones, se identificaron ocho nuevos asentamientos dentro de la zona protegida, que serán desalojados por orden judicial, según el director del ICF, Luis Soliz.
Las autoridades informaron que la mayoría de las familias desalojadas en La Muralla eran trabajadores que se habían asentado sin documentos en la zona protegida.
La operación también incluyó la destrucción de infraestructuras ilegales utilizadas para custodiar cultivos ilícitos como marihuana y hoja de coca.
Daños forestales
Soliz, señaló que la intervención responde a una serie de daños forestales detectados por el sistema de monitoreo del instituto.
La presencia humana en estas áreas protegidas, en muchos casos manipulada como desplazados o migrantes agrícolas, en realidad es un indicio de operaciones de carteles criminales que destruyen los bosques para sus actividades ilícitas.
La investigación del ICF ha demostrado que, bajo la pasiva supervisión de las autoridades locales, las zonas protegidas están siendo ocupadas por miembros de bandas criminales que explotan estos territorios para actividades ilegales.
La falta de acción efectiva ha permitido que estas organizaciones se apropien incluso del núcleo de las reservas.
“Hoy, el Estado de Honduras dice basta al exterminio de nuestras áreas protegidas y zonas productoras de agua. Con más de 74 operativos en marcha, estamos neutralizando el delito ambiental en 21 áreas protegidas priorizadas en el país. El Plan Cero Deforestación ya está en marcha”, expresó Luis Soliz en su cuenta de X.
El ICF y la Fiscalía Especial de Medio Ambiente (FEME) continúan trabajando para recuperar el control de las áreas afectadas y enfrentar las actividades ilícitas que están devastando el patrimonio forestal del país