Redacción teleSUR (02.08.2024).– El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, defendió este viernes, el papel del sistema de justicia, en particular del Tribunal Supremo de Justicia, para dirimir el contencioso electoral presentado a propósito de los resultados de los recientes comicios presidenciales. Acusó al Gobierno de EE.UU. de estar a la cabeza del intento de golpe de Estado contra su país que pretende instalar un «Guaidó 2.0».
Maduro explicó la génesis de la actual división de poderes en el país sudamericano, nacido con la actual Constitución de 1999, que incluye, además de los tres tradicionales, dos más: el moral y el electoral, de inspiración bolivariana.
Asimismo, puntualizó cómo en otros momentos, la propia oposición utilizó la sala electoral del TSJ para establecer demandas sobre procesos electorales, tanto de carácter nacional como regional y local.
En ese sentido, defendió que se trata de la vía para la solución para cualquier duda que emerja de las elecciones del pasado domingo, y no la violencia desatada desde el lunes a instancias de la oposición.
Enumeró las acciones vandálicas contra instalaciones civiles y simbólicas en varios puntos del país, que incluye, de acuerdo al mandatario, que entre el lunes y martes atacaron 12 universidades del país, se hicieron destrozos en universidades del país, incluyendo la Universidad Central de Venezuela.
Denunció que «tumbaron 27 monumentos y estatuas de Bolívar, Chávez, el gran cacique Coromoto y el pueblo de El Tigre impidió que tumbaran la estatua de José Gregorio Hernández».
Por otra parte, denunció que fueron 9 de los 10 candidatos los que asistieron al llamado judicial del TSE, lo cual pone en evidencia al candidato de la ultraderecha Edmundo González, quien antes había confirmado que iba y, finalmente, no llegó.
Asimismo, denunció que ha sido una noticia censurada por la prensa mundial: «fuimos nueve candidatos, a esta hora después de haber revisado todos los portales y todos los centros de noticias internacionales de Estados Unidos, Europa y América latina, hay un silenciamiento de esta noticia en el mundo».
Reclamó, en esa dirección, «¿Por qué González Urrutia no da la cara?».
Sobre el plan golpista, en pleno desarrollo, dijo que «si no hubiésemos actuado contundentemente con la Constitución en la mano de la forma perfecta, aquí ellos hubiera ocasionado un baño de sangre». Asimismo, denunció que «Leopoldo López encabeza en Washington el llamado a las sanciones. Se quitaron la careta».
Advirtió que las consecuencias de la desestabilización en Venezuela, de llegarse a instalar un golpe de Estado, serían catastróficas para la región y para EE.UU. por lo que llamó a no dejarse engañar por un nuevo escenario «Guaidó 2.0».
En adición, el mandatario venezolano celebró que «el presidente Lula, el presidente Petro y el presidente López Obrador están trabajando conjuntamente para que se respete a Venezuela, para que Estados Unidos no haga lo que está haciendo».
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