Redacción teleSUR (03.04.2024). – El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, quien fue acusado por agresión sexual y coacción a la futbolista Jenni Hermoso, fue detenido este miércoles a su llegada al aeropuerto de Barajas, Madrid, como parte de las diligencias de otra investigación sobre presuntos contratos ilegales del ente mientras él lo dirigía.
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvieron al exfederativo para interrogarlo, pero este se acogió a su derecho a no declarar.
Con posterioridad, lo dejaron en libertad a la espera de que sea citado por el Juzgado de Majadahonda, que está instruyendo el caso sobre los presuntos contratos ilegales de la RFEF, como el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí durante varios años.
Luis Rubiales, the former president of the Spanish football federation (RFEF), was arrested on Wednesday as part of a corruption investigation, as BBC reported. pic.twitter.com/YXxle6GHbM
— China Daily (@ChinaDaily) April 3, 2024
Rubiales se hallaba por motivos laborales en República Dominicana, adonde viajaron agentes de la Guardia Civil para revisar el domicilio en que se pernoctaba. De acuerdo con reportes de prensa, revisaron un teléfono móvil y una tablet.
A través de su abogada, el exfederativo trasmitió su disposición de cooperar con la Justicia en esta investigación y adelantó el regreso desde la nación caribeña. Además, declaró a medios que no estaba gestionando la nacionalidad dominicana.
En el caso de los presuntos contratos ilegales también son investigados, entre otros, el asesor jurídico del expresidente de la RFEF, Tomás González Cueto; los exdirectores de sus Servicios Jurídicos y de Recursos Humanos, Pedro González Segura y José Javier Giménez, respectivamente, y un empresario Ángel González Segura (hermano de Pedro).
Tomás González Cueto y Ángel González Segura fueron detenidos, prestaron declaración y luego se les puso en libertad.
Según extractos del sumario que medios españoles han hecho públicos, durante la gestión de Rubiales al frente de la RFEF también se asignaron obras a una constructora a condición de que esta hiciera pagos a una sociedad que dirigía un amigo del exfederativo, Francisco Javier Martín Alcaide.
Según la acusación, Rubiales recibió beneficios de dicha operación, y continúa recibiéndolos y empleándolos en inversiones inmobiliarias en R. Dominicana, adonde el dinero habría llegado en efectivo a través de Francisco Javier Martín Alcaide.
Rubiales niega haber recibido «mordidas» en este entramado y asegura que todo el dinero que hay en sus cuentas, que en este momento están congeladas por orden judicial, es fruto del trabajo y los ahorros personales.
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