Tegucigalpa, Honduras (14.07.2022).- La Viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, indicó este jueves durante una conferencia de prensa
sobre el caso del asesinato de cuatro jóvenes, entre ellos el hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, que el crimen es parte del problema
heredado por el narcoestado que gobernó al país.
Asimismo, destacó que estos hechos violentos que enlutan a las familias hondureñas generan incertidumbre en la población.
“Las acciones están bien encaminadas a resolver el caso; las masacres están generando mucha incertidumbre en la población,
la obligación y el compromiso de la Secretaría de Seguridad y la Policía Nacional en llegar hasta los responsables de este caso,
no será la excepción», apuntó.
Agregó, «Sin duda alguna este no es un evento fortuito, no es una situación que marque precisamente un hecho no planificado,
es evidente las acciones del grupo delictivo que pretenden generar el caos de la población y desestabilizar todo lo que es
el sistema de seguridad».
Narcoestado
La funcionaria sostuvo que han heredado un problema que se llama narcoestado; «y ser un narcoestado implica de inmediato
el secuestro institucional y la pérdida del Estado de derecho».
«Hemos estado luchando de frente, probablemente hay una necesidad extrema y urgente de salir adelante a defender a la población
y eso sin duda es lo que se hace desde la Secretaría», exclamó Villanueva.
«Este caso no será un caso que tampoco quedará en impunidad, lo que si podemos garantizar es que un despliegue de actividades
se está realizando y no podemos compartir», aseguró.
«El crimen se confabula con el Estado, apenas tenemos 6 meses y estamos claros que tenemos que recular toda la institucionalidad
que está portada de infiltraciones, eso es una realidad», puntualizó.
«Espero que la Fiscalía no se le vaya ocurrir turnar el caso a otra agencia, ya que esto obstaculiza avances», concluyó.
